¿En qué gastan las remesas los mexicanos?
- anitzeld
- 7 jun
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En el país casi dos millones de hogares depende de estos recursos y 60% de estos los usan para cubrir las necesidades básicas de las familias, ya que viene a ser un aliciente para el pago de servicios, luz, agua, renta y compra de la canasta básica.

Esperanza Rubiano es una de los casi diez millones de adultos en México que dependen de las remesas que familiares les envían desde Estados Unidos. Cada mes, su hermana le manda alrededor de 300 dólares, dinero que, junto con su padre, utiliza para cubrir lo más básico: luz, agua, renta y alimentos. “Con eso la economía se nivelaba”, comenta desde su casa en Acapulco, Guerrero. Pero ahora todo eso podría estar en riesgo.
Actualmente, el Congreso estadounidense discute la posibilidad de aplicar un impuesto del 3,5 % a los envíos de dinero al extranjero, lo que ha generado preocupación en comunidades mexicanas como la de Rubiano. “Ya ahorita es algo más preocupante, porque es algo que tenemos como en base en casa para solventar más gastos y pues ya ahora nosotros tenemos que preocuparnos más”, señala con incertidumbre.
El impacto sería enorme. En 2023, México recibió 58.497 millones de dólares en remesas, un crecimiento del 13,4 % respecto al año anterior, según el Banco de México.
En 2024, la cifra alcanzó un nuevo récord: casi 65.000 millones de dólares, lo que representa cerca del 4 % del PIB nacional. Es el segundo mayor receptor de remesas en el mundo, solo detrás de India. Estos recursos han mantenido una tendencia al alza por más de 32 meses consecutivos, aunque en los primeros cuatro meses de 2025 ya se ha registrado una caída interanual del 2,5 %, en medio de las crecientes tensiones migratorias con Estados Unidos.
Las remesas no solo alivian la economía de millones de familias; son, en muchos casos, su única fuente de estabilidad. En México, casi dos millones de hogares viven gracias a estos recursos. De los 12 millones de inmigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, unos 8 millones formaban parte de la Población Económicamente Activa en 2021, lo que explica el enorme flujo de dinero que llega cada mes al país.
En estados como Guerrero, Chiapas y Michoacán, las remesas representan más del 10 % del PIB estatal. Por eso, organizaciones como Poder Guerrerense han alzado la voz ante el posible impuesto. Su representante, Ricardo Games Morga, advierte que de concretarse esta medida, podría generarse una disminución considerable en los ingresos de miles de familias. “Este dinero que llega a nuestras familias guerrerenses te da estabilidad, paz social, comida. Si se pierde, se puede generar desestabilidad social”, afirma.
El dinero que llega desde el extranjero también permite a muchas familias pagar la educación de sus hijos, atender cuestiones de salud o, en algunos casos, construir una casa propia.
¿En qué gastan las remesas los mexicanos?
De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas México 2023 —elaborado por Conapo y BBVA Research:

En entidades como Aguascalientes, las cifras también son reveladoras. Solo en 2022, el estado recibió 852.8 millones de dólares, lo que representa 2.33 millones por día, equivalentes a casi el 50 % del presupuesto federal anual que recibe la entidad, según el economista Gerardo Sánchez Herrera. El municipio de Calvillo encabeza la recepción con 10 millones de dólares mensuales, seguido por Rincón de Romos, Pabellón de Arteaga y Jesús María.
Ante una posible imposición del impuesto, se teme que muchos migrantes opten por canales informales o alternos para el envío de dinero, como el traslado físico por familiares, lo que podría abrir la puerta a un mercado negro difícil de controlar.
Aunque la mano de obra mexicana no siempre se considera tan calificada como la de países asiáticos o europeos, su bajo costo ha sido históricamente un factor atractivo para la inversión extranjera. Sin embargo, los ingresos por remesas funcionan como una válvula de escape para muchas economías locales, compensando los bajos salarios y la falta de oportunidades laborales en el país.
Para familias como la de Rubiano, ese dinero no es un extra: es la base sobre la que se sostiene su vida diaria. Por eso, un impuesto a las remesas no solo afectaría las finanzas personales de millones de mexicanos, sino que podría tener un efecto dominó en la economía nacional y en la ya frágil estabilidad social de muchas regiones del país.
En ese contexto, una delegación de senadores mexicanos del partido Morena viajó a Washington, D.C. para reunirse con legisladores republicanos y demócratas. El objetivo: frenar la iniciativa del impuesto. Aunque no se logró un acuerdo concreto, los senadores destacaron que encontraron “apertura y diálogo”. Muchos congresistas estadounidenses, dijeron, desconocían el impacto que una medida así tendría en miles de familias.
“Confiamos en que esta propuesta sea finalmente retirada”, declaró Ignacio Mier, vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Morena, al finalizar la gira. La esperanza ahora es que el entendimiento político prevalezca, antes de que una decisión legislativa termine afectando lo más íntimo de la vida diaria en millones de hogares: el sustento que llega mes con mes desde el otro lado de la frontera.
Mientras en México la mano de obra tal vez no es tan calificada como en otras regiones de Asia, Europa o Estados Unidos pero la paga es muy baja comparada con aquellos países, por lo cual, sigue siendo gran imán para que lleguen a nuestro país grandes inversiones por la fuerza laboral al pagarse la mano de obra muy barata comparada con otros países, destacó el especialista financiero.
Con datos de agencias
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