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La famosa panadería "Chiapas", en Cancún, cierra para siempre por extorsión

  • anitzeld
  • 2 abr
  • 4 Min. de lectura

“Me rompe el corazón decirles a todos mis nietecitos que nos vemos en la necesidad de cerrar porque hay personas malas en Cancún que creen que este es un gran negocio. Pero ustedes saben que somos pequeños y no nos alcanza para pagar una cuota… Gracias por llevarse un pedacito de historia”, dijo la fundadora.


La historia de la Panadería Chiapas en Cancún es un relato de esfuerzo, tradición y lucha contra la adversidad. Todo comenzó con una abuelita originaria del ejido Colombia, en Acapetahua, Chiapas, una pequeña comunidad con 477 habitantes. Desde su juventud, en su tierra natal, encendía el horno de leña cada madrugada para preparar bolillos, conchas y marquesotes, recetas heredadas de generaciones. Para ella, hacer pan no era solo un oficio, sino una manera de mantener vivas sus raíces.


"Desde los 15 años aprendí a hacer pan, principalmente la torta de nata. Con eso saqué a mis hijos adelante. Muy orgullosa cuento que son licenciados, porque quedé viuda muy joven. En mi rancho criaba gallinas y ordeñaba las vacas", relató la abuelita en uno de los videos que compartió su nieta.

Cuando su familia decidió mudarse a Cancún, ella no quiso abandonar su pasión. Con un pequeño local y un horno nuevo, comenzaron a ofrecer pan chiapaneco en la ciudad. Los primeros tiempos fueron difíciles: eran desconocidos y, en una ciudad de constante tránsito, atraer clientes fieles era un reto. Sin embargo, la abuelita nunca dejó de amasar. Día tras día, con la ayuda de sus hijos y nietos, sacaba bandejas de pan calientito con la esperanza de conquistar a los clientes.


El rumbo del negocio cambió cuando su nieta, decidida a ayudar, abrió una cuenta en TikTok para mostrar el proceso de panificación. En los videos se veía a la abuelita amasando, sacando pan del horno y atendiendo a los clientes con una sonrisa. La cuenta empezó a ganar seguidores; muchos comentaban que les recordaba su infancia o el pan de sus propias abuelas.


Un día, un video en el que la abuelita expresaba su amor por el pan y la felicidad de compartirlo se volvió viral. Miles de personas lo vieron y, de un día para otro, la panadería se llenó de clientes. Se formaban largas filas de personas deseosas de conocer a la abuelita y probar su pan. Para la familia, era un sueño hecho realidad. Aunque el trabajo era arduo, valía la pena ver cómo la gente apreciaba su tradición.


Sin embargo, la felicidad no duró. Pronto, empezaron a recibir amenazas. Personas que no buscaban pan, sino dinero, llegaron exigiendo pagos para dejarlos trabajar en paz. La familia intentó resistir, pero la situación se tornó insostenible. La abuelita, quien había trabajado con esfuerzo y honestidad toda su vida, se encontró ante una realidad desgarradora. Finalmente, tomaron la difícil decisión de cerrar la panadería.


En TikTok, la nieta compartió un último video en el que la abuelita agradecía a quienes apoyaron el negocio y recordaba los buenos momentos. "Nos vamos, pero el pan y los recuerdos quedan", dijo con tristeza. Así terminó la historia de la Panadería Chiapas en Cancún, no por falta de clientes ni de esfuerzo, sino por las dificultades que enfrentan muchos pequeños negocios en la ciudad.


Tras la publicación del video, múltiples usuarios expresaron su solidaridad y compartieron experiencias similares de cierres de negocios debido al cobro de piso en Cancún. Un usuario comentó: "Lo mismo me pasó, invertí todos mis ahorros en mi taquería, solo duré 3 meses y llegaron por cobro de piso, lamentablemente tuve que cerrar y perder todo".


Sin embargo, otras opiniones apuntaron a que el cierre podría deberse a problemas administrativos y no directamente a la inseguridad. Algunos señalaron que el negocio enfrentaba deudas acumuladas y dificultades para pagar impuestos, lo que podría haber influido en la decisión de cerrar.


A pesar de la situación, el cierre de la Panadería Chiapas es solo un ejemplo más de cómo la inseguridad y la delincuencia afectan a pequeños comerciantes en Cancún. Durante el primer trimestre del año, varios establecimientos han tenido que cerrar debido a amenazas y extorsiones, lo que genera incertidumbre entre los emprendedores locales.


Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial por parte de los propietarios de la panadería más que el video, pero el impacto de la noticia generó un debate en redes sociales sobre los problemas que enfrentan los pequeños negocios en la ciudad.


El legado de la panadería sigue vivo en la memoria de quienes probaron su pan y en los videos que recorrieron las redes sociales. La historia de la abuelita y su pasión por la panadería seguirá siendo un símbolo de lucha, tradición y amor por las raíces.


Acapetahua, Chiapas, donde nació la abuela, es un destino natural poco conocido pero ideal para el turismo. Ubicado a 299 km de Tuxtla Gutiérrez, ofrece playas, ríos y cascadas para disfrutar en familia o en aventuras.





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​La extorsión ha tenido un impacto significativo en los negocios de Cancún, especialmente en el sector de la construcción. Durante los primeros siete meses de 2024, se registraron 64 casos de extorsión en Cancún, de un total de 109 en todo el estado de Quintana Roo.  Además, entre 2019 y octubre de 2022, se realizaron 5,406 denuncias anónimas por extorsión en el estado, con Cancún siendo el municipio con mayor incidencia. ​


Anitzel Díaz

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