El Cobro de Piso en México: Extorsión, Crisis Económica y Afectaciones a la Canasta Básica
- anitzeld
- 14 mar
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Actualizado: 16 mar
Se dispara con la 4T 50% el cobro de piso. El aumento de las extorsiones en origen y puntos de venta termina por sumar entre 25 y 50% el precio de alimentos, que además están sumidos en una inflación de 8.16%
¿Qué es el cobro de piso?
El cobro de piso es una forma de extorsión en la que grupos criminales exigen pagos periódicos a comerciantes, empresarios, transportistas y otros trabajadores a cambio de "protección" o para permitirles operar en determinada zona. Esta práctica es común en varias partes de México y suele estar acompañada de amenazas, violencia e incluso asesinatos cuando las víctimas se niegan a pagar.
¿Cómo funciona?
El proceso generalmente comienza con una primera advertencia por parte de los criminales, quienes informan a la víctima sobre la cantidad de dinero que debe pagar. En algunos casos, los delincuentes utilizan información previa sobre el negocio o la persona para intimidarlos y demostrar su capacidad de hacer daño. Si la víctima se niega a pagar o intenta denunciar, puede enfrentar represalias que van desde agresiones físicas hasta el incendio de su establecimiento o secuestros.
Los pagos pueden ser semanales, quincenales o mensuales, y en algunos casos, los criminales también exigen un "derecho de inauguración" cuando un nuevo negocio abre sus puertas. Este tipo de extorsión se ha convertido en una fuente de ingresos constante para muchos grupos del crimen organizado, que la utilizan para financiar otras actividades ilícitas.
¿Quiénes son los principales afectados en México?
Las víctimas del cobro de piso son principalmente pequeños y medianos empresarios, dueños de mercados, vendedores ambulantes, transportistas y productores del campo. También se han documentado casos de extorsión a grandes compañías, aunque estas suelen contar con más recursos para defenderse legalmente o negociar con los criminales.
Los estados más afectados incluyen Guerrero, Michoacán, Estado de México, Veracruz y Jalisco, donde diversas organizaciones criminales han impuesto su dominio sobre ciertas regiones y ejercen control total sobre la economía local. Además, el cobro de piso no solo afecta a los comerciantes, sino que también genera un clima de miedo y limita el desarrollo económico de las comunidades.
Impacto en la economía nacional
El cobro de piso tiene un efecto devastador en la economía nacional, ya que desalienta la inversión y reduce la competitividad de los negocios. Muchas empresas prefieren cerrar o mudarse a otras regiones, lo que genera desempleo y disminuye la recaudación de impuestos. En sectores como la agricultura y la industria, la extorsión encarece los costos de producción, lo que repercute en el precio final de los productos y afecta a los consumidores.
Además, el control territorial que ejercen los grupos criminales impide el desarrollo de nuevas empresas y limita el crecimiento económico de diversas zonas. La inseguridad derivada de estas extorsiones provoca la fuga de capitales y afecta la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros. En el largo plazo, el cobro de piso contribuye a la informalidad, ya que muchos comerciantes prefieren operar sin registro oficial para evitar ser detectados por los extorsionadores.
Impacto del cobro de piso en la economía y la canasta básica
Cobro de piso en cifras
70% de los negocios en México en zonas con presencia del crimen organizado han sido víctimas de extorsión (INEGI, 2023).
Hasta 50% del ingreso de pequeños comerciantes es destinado al pago de extorsiones en algunas regiones del país.
20 mil millones de pesos anuales es la pérdida estimada por extorsión en México.
Más del 30% de los productores agrícolas en estados como Michoacán y Guerrero pagan cuotas al crimen organizado.
Impacto en la canasta básica
Aguacate: Michoacán produce el 80% del aguacate en México. El crimen organizado impone cuotas a productores y empacadores, elevando el costo de producción hasta en 30%, lo que encarece el precio final para los consumidores.
Limón: En Michoacán y Veracruz, los productores pagan hasta 30 centavos por kilo en extorsión, lo que puede aumentar su precio en mercados hasta en 40%.
Tortilla: El maíz es afectado por extorsiones a transportistas, lo que incrementa los costos de distribución y eleva el precio de la tortilla hasta en 3 pesos por kilo en algunas zonas.
Huevo: La inseguridad en las rutas de transporte obliga a productores a contratar seguridad privada, lo que puede reflejarse en un aumento del 10% en el precio al consumidor.
Efectos en el sector agropecuario
60% de los productores de limón en Michoacán han abandonado sus tierras por amenazas del crimen organizado.
Empresas exportadoras de aguacate han tenido que pagar hasta 1 millón de pesos al mes en cuotas criminales.
El 90% de los transportistas en zonas conflictivas han reportado ser víctimas de extorsión o robo, lo que aumenta costos logísticos.
Este fenómeno no solo encarece los productos de la canasta básica, sino que también reduce la oferta, afecta la economía familiar y limita el crecimiento del sector agroindustrial en México.
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