PRI: crónica del fin, cuando los priistas cuentan su propia caída

El PRI, aquel partido que durante más de siete décadas fue sinónimo de poder en México, tiene ahora su propio epitafio contado desde dentro. Este lunes 22 de septiembre se estrenó en la plataforma ViX la serie documental “PRI: crónica del fin”, escrita y dirigida por la periodista Denise Maerker, un recorrido por las heridas, los errores y los silencios que marcaron la decadencia del tricolor.

Los testigos de la derrota

En cinco capítulos, el documental convoca a viejos y nuevos priistas. Enrique Peña Nieto, el último presidente emanado del partido; Carlos Salinas de Gortari, arquitecto de las reformas que lo modernizaron; Roberto Madrazo, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri y César Camacho, entre otros. Todos aparecen frente a cámara con una mezcla de nostalgia y mea culpa, intentando explicar cómo se derrumbó la maquinaria que parecía indestructible.

Incluso el actual dirigente, Alejandro “Alito” Moreno, se sienta frente a Maerker para hablar de un partido que, en palabras de varios entrevistados, ya no se reconoce a sí mismo.

El peso de la corrupción

Uno de los momentos más comentados lo protagoniza Beltrones, quien admite que la corrupción dejó de ser un rumor de pasillo y se convirtió en un lastre imposible de esconder frente a la ciudadanía. La confesión rompe con años de discursos que negaban lo evidente: la desconfianza ciudadana fue creciendo al mismo ritmo que los escándalos.

Roberto Madrazo revive la campaña presidencial de 2006, recordando traiciones internas que, asegura, minaron su candidatura. Y Dulce María Sauri apunta a una falla más profunda: el PRI, dice, no supo leer a tiempo el cambio social que exigía nuevas formas de hacer política.

Televisa y el poder de la imagen

El documental también aborda la relación del PRI con los medios de comunicación, en particular con Televisa, la televisora que durante décadas fue su aliada estratégica. Desde la construcción del “partido de Estado” hasta el regreso a la presidencia en 2012, la narrativa televisiva ayudó a proyectar estabilidad, modernidad y hasta glamour alrededor de sus candidatos.

En el sexenio de Peña Nieto, esa relación alcanzó su punto más visible: la cobertura favorable de su figura y de su gobierno contrastaba con el descontento en las calles. Para varios entrevistados, esa alianza con Televisa terminó por ser un arma de doble filo: reforzó la percepción de un partido aferrado a viejas formas de control mediático en una era de redes sociales y mayor escrutinio ciudadano.

Peña Nieto y la derrota de 2018

La serie vuelve sobre la última administración priista y los episodios que desgastaron al partido: de Ayotzinapa a Odebrecht, pasando por la erosión de confianza en las instituciones. La elección de 2018, en la que el PRI cayó hasta el tercer lugar, es narrada como la derrota más dura de su historia y como el fin de la “telepolítica” que durante décadas lo sostuvo.

El partido en manos de “Alito”

El documental no se detiene en el pasado lejano. Varias voces cuestionan la dirigencia actual de Alejandro Moreno, a quien acusan de haberse “adueñado” del PRI y de empujar hacia la salida a figuras históricas como Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu.

Una crónica desde adentro

“PRI: crónica del fin” no es un memorial escrito por críticos externos: son los propios priistas quienes, frente a la cámara, narran el ocaso de un partido que alguna vez fue descrito como la “dictadura perfecta”. El resultado es un retrato lleno de contradicciones, entre la nostalgia de quienes aún defienden al tricolor y las confesiones de quienes reconocen que el poder absoluto —político y mediático— terminó por devorarlos.

Hoy, cuando el poder de la información ya no se concentra en una sola televisora y las redes sociales dictan gran parte de la agenda pública, el documental funciona también como recordatorio: lo que alguna vez sostuvo al PRI —su control casi total de la narrativa— fue lo mismo que, al no adaptarse al cambio, selló su caída.

Disponible ya en ViX, la serie propone una pregunta inevitable: ¿es este realmente el fin del PRI, o apenas un capítulo más en la larga historia de un partido que siempre supo reinventarse?