Licencias y capacitación para transporte de materiales peligrosos (incluido gas LP) en México: un vacío legal y estadístico
- anitzeld
- 17 sept
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En México, transportar materiales peligrosos no es un asunto menor: desde químicos inflamables hasta residuos tóxicos, la carretera puede convertirse en escenario de riesgos mortales. Sin embargo, los mecanismos legales y estadísticos para regular este sector muestran notables vacíos frente a estándares internacionales.
Licencias y capacitación: un sistema parcial

Para conducir camiones o pipas con materiales peligrosos, la Ley de Caminos y el Reglamento de Transporte de Materiales Peligrosos exigen la Licencia Federal tipo E y un curso especial avalado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Aun así, los números son dispersos: en 2022 se emitieron alrededor de 20,495 trámites para añadir la categoría E, más 9,786 cambios de categoría, según reportes de la SICT y la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ). No obstante, no existe un registro público consolidado de cuántas licencias de este tipo se han otorgado en los últimos cinco años, ni cuántos choferes activos operan bajo esta regulación.
Comparativamente, países como Estados Unidos exigen que los conductores tengan CDL con endoso HazMat, verificación de antecedentes por la TSA y exámenes médicos federales. En la Unión Europea, la certificación ADR es obligatoria y debe renovarse cada cinco años, con cursos y exámenes estandarizados, supervisados por autoridades nacionales.

Gaseras: el caso más visible y riesgoso
El Gas LP, el combustible más usado en los hogares mexicanos —alrededor del 70% de los hogares lo consumen—, representa uno de los sectores más expuestos.
Según estimaciones de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y reportes industriales:
Existen al menos 12,700 camiones de reparto de cilindros portátiles y 9,700 de tanques estacionarios.
La industria del Gas LP calcula más de 35,000 equipos de reparto en operación.
Solo en el Valle de México podrían circular 8,000 pipas clandestinas, fuera de regulación oficial.
En total, se estima que entre 25,000 y 35,000 unidades de reparto de Gas LP circulan diariamente en el país. La cifra incluye flotas legales y no reguladas, lo que refleja un mercado con alta penetración pero también con grandes riesgos.
Cada accidente —fuga, explosión, incendio o volcadura— ocurre en entornos urbanos y densamente poblados, multiplicando el impacto potencial. En países como EE. UU. o la UE, cada unidad de transporte de gas debe contar con GPS obligatorio, reportes públicos de incidentes y seguros millonarios, algo que en México no se aplica de manera uniforme.
Accidentes: un panorama fragmentado

Los datos de accidentes evidencian la falta de transparencia. Según SETIQ/ANIQ, entre 2020 y 2024 se reportaron 407 incidentes relacionados con transporte de sustancias químicas:
Año | Incidentes reportados |
2020 | 64 |
2021 | 56 |
2022 | 77 |
2023 | 149 |
2024 | 61 |
Pero esta cifra no incluye plenamente los accidentes con pipas de gas LP, que tienen un peso propio en la estadística nacional.
En septiembre de 2025, la explosión de una pipa que transportaba ~49,500 litros de gas LP en Iztapalapa dejó 8 muertos y 94 heridos, además de dañar 28 vehículos. Desde 2015 a esa fecha, se han documentado al menos nueve siniestros graves de pipas de gas LP en todo el país, con un saldo acumulado de 40 fallecidos y 188 lesionados.A esto se suman los incidentes cotidianos: solo en 2024, el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México atendió 11,108 emergencias por fugas o explosiones de gas (LP o natural).
Estos datos muestran que los accidentes con gaseras están subcontabilizados en las estadísticas generales de transporte de materiales peligrosos, pero generan los daños más significativos en zonas urbanas densamente pobladas.
Seguros y riesgos: cobertura mínima, seguimiento irregular
En México, la ley obliga a un seguro de responsabilidad civil para terceros y cobertura ambiental en caso de derrames. Sin embargo, los montos no son uniformes ni tan altos como en EE. UU., donde se exigen entre 1 y 5 millones de dólares según el tipo de carga. Además, la supervisión sobre la vigencia de pólizas y cumplimiento de normas como la NOM-003-SCT es limitada.
Salarios y motivación
Los choferes de materiales peligrosos en México ganan entre $13,000 y $15,000 pesos mensuales, según datos de Jooble, BuscoJobs y SimplyHired. En comparación, en EE. UU. un conductor HazMat puede percibir un promedio de $62,900 USD al año, mientras que en Reino Unido los salarios de un ADR driver oscilan entre £27,000 y £40,000 anuales, ajustados al costo de vida local.
Conclusión: un sector con riesgo y poca visibilidad
Aunque México reconoce el riesgo del transporte de materiales peligrosos mediante licencias especiales, cursos y seguros obligatorios, faltan transparencia, estadística confiable y regulación homogeneizada.
El caso de las gaseras lo hace más evidente: decenas de miles de pipas circulan a diario en calles y carreteras, muchas de ellas sin permisos claros, sin seguros adecuados y sin un monitoreo público de su seguridad.
Comparado con otros países, México muestra un rezago notable: carece de registros públicos consolidados, de exigencias estandarizadas para capacitación y supervisión de seguridad, y de un seguimiento riguroso sobre accidentes y seguros.Mientras tanto, cientos de vehículos cargados de químicos y combustibles atraviesan cada día zonas urbanas y rurales. Un sistema que existe en el papel, pero con grietas legales y estadísticas que podrían costar vidas.




















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