Drones: de la guerra moderna al narco mexicano
- anitzeld
- 8 jul
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul
"Los drones nos tiran bombas así… ¡pum!", contaba en abril al medio 'Animal Político' uno de los niños que tuvo que evacuar su casa.
Una tecnología global que baja del cielo con impunidad
Los drones están transformando el modo en que se libran las guerras, desde Ucrania hasta Gaza, pasando por el Sahel africano. Estas aeronaves no tripuladas, antes reservadas a potencias como Estados Unidos o Israel, hoy circulan en al menos 50 países y más de 65 grupos armados no estatales. Su bajo costo, la facilidad para modificarlos y su aparente precisión los han convertido en herramientas letales y cada vez más autónomas, incluso capaces de operar sin intervención humana.
El mito de la “guerra limpia” se cae cuando se observan los cientos de muertes civiles provocadas por drones en contextos como Etiopía, Sudán o Ucrania. ONG como Drone Wars UK y Human Rights Watch alertan que estos ataques bajan el umbral del uso de la fuerza y dificultan la rendición de cuentas. El temor mayor es el avance de los drones con inteligencia artificial que tomen decisiones por sí solos, convirtiéndose en armas autónomas o directamente en “robots asesinos”.

'Narcodrones': la nueva amenaza criminal en México
Pero esta amenaza no es exclusiva de escenarios bélicos en ultramar. En México, los drones también han entrado en la lógica de la violencia cotidiana, especialmente en manos del narcotráfico.
Cárteles como el Jalisco Nueva Generación (CJNG) utilizan drones no solo para espiar a las fuerzas armadas o a pueblos enteros, sino también para lanzar explosivos C4, granadas y artefactos improvisados. Desde 2020, se han documentado decenas de ataques en Michoacán, Guerrero y más recientemente en Chiapas, donde también se usan para controlar rutas migratorias y de tráfico de armas. El dron se ha convertido en una herramienta de guerra, vigilancia y desplazamiento forzado dentro del propio territorio mexicano.
Respecto a su uso como arma, un presunto sicario entrevistado por el medio Ríodoce explicó: "Los drones con explosivos traen un mecanismo que es como una pinza, que funciona de manera electrónica y es manejada por el operador, que lo único que hace es picarle al botón cuando ubica al objetivo, y la pinza suelta lo que traiga, que puede ser una granada, o un mortero, o bombas hechizas".
En lugar de reducir la violencia, su uso criminal ha sumado un nuevo nivel de sofisticación y terror: vuelan bajo, de noche, no dejan rastros y operan con componentes legales adquiridos en línea. Las autoridades mexicanas no cuentan todavía con una legislación específica para sancionar este tipo de ataques, mientras los drones siguen bajando del cielo sin distinguir entre civiles y enemigos.
La amenaza, como en otras partes del mundo, no es solo la tecnología. Es quién la controla y cómo la impunidad vuela con ella.'Lady Drones' y los 'Operadores Droneros' del Cartel Jalisco Nueva Generación
El Cartel Jalisco Nueva Generación fue el primero en desplegar este tipo de armamento en la zona, disputándose el territorio con otros grupos criminales locales.
Sus miembros portan un parche circular con una calavera y las siglas "CJNG". Una de sus operadoras, apodada 'Lady Drones', ha sido identificada como responsable de coordinar ataques contra el Ejército.
En videos difundidos en redes sociales, estos operadores realizan lanzamientos de explosivos artesanales como táctica de intimidación.
📌 ¿Cómo los usan los grupos criminales?
Ataques con explosivos: Desde 2020, cárteles como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han utilizado drones modificados para lanzar explosivos C4 y granadas sobre fuerzas de seguridad o grupos rivales, especialmente en estados como Michoacán y Guerrero.
Espionaje y vigilancia: También usan drones comerciales para vigilar rutas de traslado de droga, movimientos de la Guardia Nacional, o vigilar pueblos enteros antes de una incursión armada.
Guerra psicológica: El sobrevuelo de drones armados sobre comunidades genera terror y desplazamientos forzados.
📌 Casos documentados:
En 2021, se registraron más de 100 ataques con drones del CJNG solo en Michoacán.
En abril de 2023, dos agentes estatales resultaron heridos en Aguililla por un dron con explosivos lanzado desde una finca abandonada.
En 2024, se reportaron ataques con drones armados en Chiapas, vinculados al control de rutas migratorias y de tráfico de armas en la frontera con Guatemala.




















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