Crónica de un conflicto anunciado
- anitzeld
- 21 jul
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Consejo Nacional de Morena: entre ausencias, reproches y campaña adelantada
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de julio de 2025.— Lo que debía ser un acto de unidad partidista terminó por exhibir las fisuras internas de Morena. En el Consejo Nacional de este sábado, las sillas vacías hablaron más fuerte que los discursos: no estuvieron ni Marcelo Ebrard, ni Ricardo Monreal, ni Gerardo Fernández Noroña, ni Andrés López Beltrán. La ausencia más notoria, sin embargo, fue la del presidente López Obrador, quien, aunque ya retirado del cargo, sigue siendo la figura central del movimiento. También pesó el silencio incómodo en torno al caso de Adán Augusto López, investigado por presunta corrupción. Las fracturas internas ya se asoman.
Claudia Sheinbaum, ya en su papel de presidenta electa, tomó la palabra en medio de un salón dividido. Llamó a la unidad, a “no repetir los errores del pasado”, y a cerrar filas rumbo a la transición. Pero los gestos eran otros: algunos consejeros se quejaron en voz baja del reparto anticipado de cargos, otros del “sectarismo” en la conformación del nuevo gabinete.
Alfonso Durazo, aún presidente del Consejo, intentó mediar. Pidió prudencia y recordó que Morena es un partido en el poder, “pero no puede comportarse como el viejo PRI”. La frase fue celebrada por algunos, ignorada por otros.
Mientras tanto, en los pasillos, las discusiones giraban en torno a las candidaturas estatales de 2027 y la inconformidad de bases que se sienten desplazadas por una élite que se consolida. El partido que nació como movimiento se enfrenta ahora a los dilemas del poder: el riesgo de la fractura por ambiciones internas.
La crónica del día no está en lo que se dijo al micrófono, sino en lo que quedó fuera del discurso: las tensiones por los equilibrios de poder, la sombra del exmandatario y el temor de muchos militantes de que Morena, como otros partidos antes, termine por devorarse a sí mismo.




















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