#AsíLasCosas Fábricas chinas venden imitaciones de lujo en TikTok a precios de risa: ¿una jugada contra Occidente?
- anitzeld
- 16 abr
- 2 Min. de lectura
En TikTok, donde las tendencias cambian cada hora y las compras se hacen con un clic, ha surgido un fenómeno que tiene incómodas a las grandes marcas de lujo: fábricas chinas están utilizando la plataforma para vender imitaciones casi idénticas de productos de alta gama a precios que rozan lo absurdo. Zapatillas inspiradas en las Adidas Samba por apenas 20 euros, leggings que replican los de Lululemon, y bolsos que imitan modelos de Hermès o Louis Vuitton han invadido los videos y transmisiones en vivo de TikTok Shop. La estética de lujo, sin el precio del lujo.
Pero detrás de esta tendencia viral se esconde algo más que moda barata. Algunos fabricantes chinos han comenzado a hablar abiertamente sobre cómo funciona el negocio: un bolso similar al Birkin de Hermès —que en boutiques puede alcanzar los 35.000 dólares— puede fabricarse en China por tan solo 1.250. ¿La clave? Colocar una etiqueta de “Made in France” o “Made in Italy” antes de su distribución internacional. Este tipo de revelaciones no solo sacuden la imagen de las marcas, sino que también cuestionan el verdadero valor de los objetos de lujo y sus cadenas de producción.
El auge de estas imitaciones ha encendido las alarmas de conglomerados como LVMH, que ya comenzó a colaborar directamente con TikTok para frenar la venta de productos falsificados. Sin embargo, el daño ya está hecho: los consumidores descubren día a día que pueden acceder a objetos visualmente idénticos por una fracción del precio. Y aunque muchos justifican estas compras como una forma de democratizar el lujo, lo cierto es que la calidad no está garantizada y el trasfondo legal y ético sigue siendo turbio.
Ahora bien, todo esto ocurre en un momento de creciente tensión entre China y Estados Unidos, donde TikTok ha sido protagonista. Donald Trump ya había intentado vetar la plataforma en 2020 por considerarla una amenaza a la seguridad nacional, y recientemente ha retomado su cruzada contra la aplicación. En ese contexto, el uso de TikTok como canal para distribuir productos que debilitan el poder simbólico y comercial de marcas occidentales podría entenderse como algo más que una simple tendencia de consumo: es también una muestra del alcance económico y cultural que tiene China hoy en día.
Aunque no hay pruebas directas de que estas ventas sean parte de una estrategia del gobierno chino, sí encajan en una lógica de poder blando que busca disputar el dominio global no solo en tecnología y comercio, sino también en el terreno de lo simbólico. Mostrar cómo se fabrican los productos de lujo —y cómo se pueden imitar— es una forma de desmontar el aura de exclusividad que Occidente ha cultivado durante décadas. Y en esa guerra silenciosa, un bolso barato en TikTok puede tener más impacto que un discurso político.
Por ahora, la “ciudad sin ley” del lujo en TikTok sigue creciendo. Y cada transmisión en vivo desde una bodega en Guangzhou no solo vende un producto: también lanza un mensaje.
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