María Corina Machado gana el Nobel de la Paz 2025: un golpe simbólico al régimen de Maduro
- anitzeld
- 10 oct
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Actualizado: 12 oct

La líder opositora María Corina Machado recibió este viernes el Premio Nobel de la Paz 2025, reconocida por su “incansable campaña para restaurar la democracia en Venezuela”. El Comité Noruego destacó su papel como “símbolo del coraje civil” frente a la persecución política, su compromiso con los derechos humanos y su defensa de elecciones libres en un país sumido en crisis institucional.
Machado —inhabilitada para competir en comicios, perseguida por el gobierno y obligada a la clandestinidad— se convirtió en una figura clave de la resistencia pacífica contra el régimen de Nicolás Maduro. Su reconocimiento internacional coloca nuevamente a Venezuela en el centro del debate global sobre la libertad política en América Latina.
El premio tiene profundas implicaciones políticas: fortalece moralmente a la oposición y aumenta la presión diplomática sobre Caracas. Para el gobierno de Maduro, representa un nuevo desafío de legitimidad, pues el galardón refuerza la narrativa internacional de que Venezuela vive bajo un régimen autoritario.
Analistas prevén que el oficialismo responda con un discurso de descalificación y soberanía, intentando minimizar el impacto del Nobel. Sin embargo, el premio a María Corina Machado marca un antes y un después en la política venezolana, al reconocer la lucha civil frente a la represión estatal.
Pero más allá de los discursos y los comunicados, el Nobel de la Paz a María Corina Machado es un recordatorio: incluso bajo el ruido de la represión, la voz que insiste en la libertad sigue siendo más fuerte que el miedo. En una tierra cansada de promesas, este premio no es un final, sino la respiración de un país que aún se atreve a soñar con su regreso a la luz.
Del Nobel
“Mantiene encendida la llama de la democracia en medio de la oscuridad.”
María Corina Machado ha encabezado la lucha por la democracia frente al autoritarismo creciente en Venezuela. Ingeniera y empresaria de formación, fundó en 1992 la Fundación Atenea para apoyar a niños en situación de calle en Caracas, y en 2002 cofundó Súmate, organización dedicada a promover elecciones libres y transparentes.
Elegida diputada en 2010 con una cifra récord de votos, fue expulsada del Parlamento en 2014 por el régimen. Desde entonces lidera el partido Vente Venezuela y, en 2017, impulsó la alianza Soy Venezuela, que agrupa a diversas fuerzas prodemocráticas.
En 2023 se postuló a la presidencia, pero al ser inhabilitada respaldó al candidato opositor Edmundo González Urrutia, cuya victoria —según documentación de la oposición— fue desconocida por el gobierno de Maduro.
El Premio Nobel de la Paz 2025 reconoce su esfuerzo constante por mantener viva la democracia venezolana, en un momento en que esta también retrocede a nivel mundial. Como recuerda el Comité Noruego, la democracia —el derecho a opinar, votar y ser representado— es la base de la paz, dentro y fuera de las naciones.
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