En México la impunidad en violencia familiar supera el 95%,

“La justicia debe nombrar el maltrato”: la abogada que lucha por reconocer la violencia de pareja

En los Países Bajos, una abogada se cansó de que los tribunales minimizaran la violencia de pareja como simples pleitos de divorcio. En México, esa frustración resuena. Aquí, donde 7 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia y la violencia emocional afecta al 51% de ellas, la falta de reconocimiento institucional es un problema cotidiano.

Ariane Hendriks ejerció como abogada de derecho familiar durante diecisiete años. En ese tiempo vio repetirse una escena conocida para miles de mujeres mexicanas: agresiones psicológicas y control coercitivo tratados como “conflictos de pareja” y no como violencia. “El encuadre de ‘divorcio conflictivo’ es devastador”, señala. “Oculta la desigualdad de poder y desprotege a las víctimas.”

En México, el patrón es similar. De acuerdo con el INEGI, en 2023 se denunciaron más de 288 mil incidentes de violencia familiar, y aun así la mayoría de los casos no llega a tribunales. Organizaciones civiles han documentado que en juzgados familiares es frecuente ordenar convivencia con el agresor o promover la mediación, incluso cuando hay historial de violencia psicológica, económica o sexual.

Hendriks señala que la prioridad del sistema siempre debería ser la seguridad, no la custodia compartida automática. En México, esta crítica también aplica: especialistas advierten que los juzgados familiares tienden a favorecer acuerdos que mantienen el vínculo con el agresor, incluso frente a denuncias documentadas.

Tras cerrar su despacho por agotamiento emocional, Hendriks se dedicó a la docencia y a escribir El amor no tiene nada que ver con esto, donde explica cómo opera el control coercitivo y cómo pueden detectarlo jueces, fiscales y trabajadores sociales. El libro se convirtió en un referente en los Países Bajos: cientos de mujeres agradecieron sentirse “por fin entendidas”. Las instituciones, en cambio, guardaron silencio.

En México, donde la impunidad en violencia familiar supera el 95%, la reflexión de Hendriks resulta incómoda pero urgente: mientras los tribunales no nombren la violencia de pareja como lo que es, las víctimas seguirán atrapadas entre procedimientos que privilegian la cordialidad antes que la seguridad.

Hendriks insiste en que el cambio debe venir desde la formación jurídica. En esto, coincide con organizaciones mexicanas que desde hace años reclaman capacitación obligatoria con perspectiva de género, análisis de riesgo y reconocimiento del control coercitivo.

“Solo cuando dejemos de llamar ‘conflicto’ a lo que es violencia podremos proteger a quienes están en peligro”, dice. Su misión, nacida de la frustración, hoy abre un debate que cruza fronteras.

Cada 10 minutos una mujer fue asesinada por su pareja o familiar en 2024

Indicador	Cifra	Fuente
Mujeres que han vivido violencia a lo largo de su vida	70.1%	INEGI, ENDIREH 2024
Mujeres que han sufrido violencia por parte de su pareja	39.9%	INEGI, ENDIREH 2024
Hogares urbanos que reportaron violencia familiar	8.5%	ENSU 2024–2025
Adultos que reportaron violencia en el hogar	7.6% (mujeres 8.6%)	ENSU 2024–2025
Niñas, niños y adolescentes atendidos en hospitales por violencia familiar	20,585 (2023)	Red por los Derechos de la Infancia
Casos en que el agresor fue padre o padrastro	4,219	REDIM 2023
Proporción de violencia familiar en casos hospitalarios de 1–17 años	63.1% (2024)	REDIM 2024
Denuncias de violencia familiar en México	284,203 (2023)	SESNSP
Casos registrados a enero de 2025	23,456 (+8%)	SESNSP