top of page

El doctor que aprendió a bailar con la gente

  • anitzeld
  • hace 5 días
  • 4 Min. de lectura

Hoy, la historia del Dr. Simi se cruza con la ciencia y la educación. En 2025, Farmacias Similares lanzó la beca educativa Víctor González Dr. Simi-MIT, en colaboración con el Massachusetts Institute of Technology. La beca honra el legado del fundador y busca formar una nueva generación de investigadores mexicanos mediante pasantías de 8 a 12 semanas en el MIT, con todos los gastos cubiertos, en proyectos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). La primera edición benefició a estudiantes de la UNAM, el IPN y Laboratorios Best, y durante la entrega, el propio Dr. Simi sorprendió otorgando tres becas adicionales, animando a los jóvenes a “dar y dar sin cansarse, porque el amor no tiene límite”.


“Creemos en México, creemos en el talento mexicano y creemos que México puede llegar a ser una superpotencia… espero que esta beca ayude a que se la crean y se den cuenta del talento que tenemos”.




El día que llegó el Dr. Simi


En 1997, cuando los medicamentos genéricos todavía eran vistos con recelo y las farmacias parecían terreno exclusivo de las grandes marcas, un empresario mexicano decidió desafiar la regla. Víctor Manuel González Torres abrió en la Ciudad de México la primera sucursal de lo que sería Farmacias Similares con una promesa sencilla: “Lo mismo, pero más barato”.


El lema caló de inmediato en un país donde los bolsillos rara vez alcanzan para cubrir una receta completa. La idea no era solo vender medicamentos a bajo costo, sino también poner junto a cada farmacia un consultorio. Por veinte, treinta, cincuenta pesos, los pacientes podían recibir atención básica sin hacer filas eternas en el IMSS o el ISSSTE. Era un modelo híbrido: medicina accesible y al alcance de la esquina.


Pero el golpe maestro no fue solo empresarial, sino cultural. Para darle rostro a su cadena, González encargó a un creativo el diseño de un personaje amable, cercano, con bigote blanco y bata de médico: el Dr. Simi. Inspirado en actores del cine de oro como Joaquín Pardavé, aquel doctor regordete comenzó a aparecer en espectaculares, comerciales y desfiles. Nadie imaginaba que pronto se convertiría en un ícono popular.


A principios de los dos mil, mientras la empresa abría cientos de sucursales en cuestión de meses, los muñecos del Dr. Simi ya bailaban afuera de cada farmacia. La figura pasó de ser un simple logotipo a un fenómeno urbano: saludaba en esquinas, acompañaba caminatas escolares, aparecía en carnavales improvisados. Con el tiempo, incluso se volvió un gesto de cariño en los conciertos: arrojar un peluche al escenario es hoy una forma de dar la bienvenida a artistas internacionales.


Lo que muchos no saben es que el personaje no nació del azar. Fue diseñado a finales de los noventa por el creativo Daniel Burgos, inspirado en el actor Joaquín Pardavé, figura entrañable del cine de oro mexicano. Tampoco todos conocen que el primer Dr. Simi que bailó en la calle fue el propio hijo del fundador, disfrazado para probar si la idea funcionaba. Desde entonces, el personaje ha vivido mil vidas: botarga de esquina, peluche lanzado en estadios, muñeco intervenido por artesanas indígenas o figura de colección en camerinos de estrellas internacionales.

Detrás de cada peluche, a menudo, hay una historia. Algunos son comprados de prisa en la farmacia antes del concierto, otros llegan intervenidos por artesanas indígenas que los visten con bordados de sus comunidades. También existen versiones punk, feministas, metaleras, todas hechas a mano. Es la gente apropiándose del personaje, dándole voz a sus causas y afectos. “Cada Simi lanzado es como un mensaje en una botella”, dice un fan de conciertos que ya ha regalado más de veinte.



La estrategia funcionó. En 25 años, Farmacias Similares construyó un imperio con más de 9,600 sucursales en México y América Latina. Según distintas estimaciones, la cadena controla entre un 25 y un 40% del mercado farmacéutico privado del país. Un dominio que nunca hubiera alcanzado sin su binomio más exitoso: medicinas baratas y consultas médicas a bajo costo.

Pero la historia no se detuvo en el mostrador. En 2022, la empresa renovó su liderazgo con la llegada de Víctor González Herrera, hijo del fundador. La nueva etapa empujó al Dr. Simi hacia terrenos insospechados: festivales musicales, campañas ambientales, programas de reciclaje, colaboración con UNICEF e incluso la creación de Similandia, un espacio lúdico que mezcla educación y entretenimiento.


Hoy, mientras México discute cómo reformar su sistema de salud pública, el modelo de los consultorios adyacentes sigue llenando vacíos. Y el personaje bigotón de bata blanca se mantiene vigente, no solo como símbolo de confianza para quienes buscan una receta, sino también como un fenómeno cultural que rebasa las farmacias.

El futuro ya apunta hacia nuevos frentes: la entrada a Estados Unidos con productos OTC, vitaminas y recuerdos, además de una reciente incursión en el mercado veterinario, con clínicas y medicinas para mascotas. El mismo lema de siempre —“lo mismo, pero más barato”— se ensaya ahora en otros ámbitos de la salud.


ree

¿Fue un visionario el creador del Dr. Simi? Sí. Supo leer la urgencia de un país sin acceso pleno a la salud y la convirtió en modelo de negocio. Lo que empezó como una farmacia de genéricos terminó como un emblema de cultura popular mexicana. Hoy, en cualquier esquina, un botarga de bata blanca y peluca plateada sigue recordando que detrás del baile y la simpatía, hubo un proyecto que transformó la manera en que millones de personas se atienden.



Comments


Historias del día

¡Gracias por suscribirte!

  • Instagram
  • Facebook
  • Twitter

© 2025 

Las noticias directo en tu email. Suscríbete nuestro boletín semanal.

bottom of page