Más del 99 % de la población mundial respira aire que supera los límites de calidad establecidos por la OMS
- anitzeld
- 13 abr
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Actualizado: 20 ago
Ante las alarmantes cifras sobre la mala calidad del aire a nivel mundial, la OMS insiste en la urgencia de migrar hacia energías limpias y reducir las emisiones vehiculares.
Más del 99 % de la población mundial respira aire que supera los límites de calidad establecidos por la OMS, lo que pone en riesgo su salud.
Este porcentaje se fundamenta en la sexta versión (enero de 2024) de la Base de Datos de Calidad del Aire de la OMS, que recopila mediciones de partículas PM₂.₅, PM₁₀ y dióxido de nitrógeno (NO₂) en más de 7 182 localidades distribuidas en alrededor de 120 países .
Por otro lado, la contaminación atmosférica provoca un estimado de 4.2 millones de muertes prematuras al año, atribuibles únicamente a la exposición a contaminantes del aire exterior.
Si se suman los efectos de la contaminación del aire interior —como la que proviene de cocinar con combustibles no limpios— el total ascendía previamente a 6.7 millones de muertes anuales, aunque cálculos recientes indican que alrededor de 3.2 millones de personas mueren prematuramente por contaminación doméstica .
En marzo de 2025, la OMS encabezó un llamamiento global en la Segunda Conferencia Mundial sobre Contaminación del Aire y Salud, subrayando que son cerca de 7 millones de muertes anuales las que se atribuyen a la contaminación del aire en sus distintas formas
Datos clave actualizados
Concepto | Valor actualizado |
Población expuesta a aire contaminado | Más del 99 % |
Cobertura de la base de datos (enero 2024) | Más de 7 182 localidades en ~120 países |
Muertes por contaminación del aire exterior (ambiental) | 4.2 millones anuales |
Muertes por contaminación doméstica (aire interior) | 3.2 millones anuales |
Muertes totales atribuibles a contaminación del aire | Cerca de 7 millones anuales |
Llamado global reciente (marzo 2025) | 7 millones de muertes anuales por contaminación del aire |
La OMS ha instado a adoptar medidas urgentes: promover el uso de energías limpias en el hogar (como la cocina, la calefacción y la iluminación), aplicar controles más estrictos a las emisiones vehiculares, y ampliar el uso de transporte público, infraestructuras peatonales y ciclistas. También pide reducir la quema de residuos agrícolas, disminuir el uso de carbón vegetal y modernizar la eficiencia energética en viviendas, centrales e industrias.
Además, subraya la importancia de que más ciudades se unan a la red global de monitoreo de calidad del aire y de que los gobiernos adopten y revisen los estándares recientes de la OMS.
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