Derechos humanos al límite ¿Se trata solo de poder?
- anitzeld
- 11 mar
- 3 Min. de lectura
...la realidad mexicana, donde la lucha no es teórica, sino una cuestión de supervivencia para miles de personas afectadas por la violencia, la represión y la corrupción estatal.

Derechos Humanos y Poder: Reflexiones para México
El debate entre LuHan Gabel periodista y directora asociada de Open Society y Nicholas Bequelin, investigador en derecho en la Universidad de Yale, sobre el papel del poder en los derechos humanos tiene profundas implicaciones para la situación actual en México. Gabel argumenta que el movimiento de derechos humanos ha estado vinculado a la capacidad de los estados liberales para ejercer presión diplomática, pero esta estrategia ha perdido efectividad frente a regímenes autoritarios que se victimizan ante Occidente.
Gabel señala que la estrategia de "nombrar y avergonzar" a regímenes autoritarios ha sido ineficaz, reforzando su narrativa de victimización. Bequelin, por su parte, señala que, aunque los derechos humanos en el ámbito diplomático dependen del poder, como movimiento moral y político deben enfocarse en el tipo de poder que buscan construir.
La tensión entre universalismo y soberanía también es central en el contexto mexicano, donde el Estado reivindica su autonomía frente a organismos internacionales que denuncian violaciones de derechos humanos. Mientras algunos gobiernos utilizan la soberanía como escudo para evadir responsabilidades, la sociedad civil y las víctimas buscan apoyo en instancias internacionales para obtener justicia. Los gobiernos están demasiado dispuestos a afirmar que las normas de derechos humanos son un ataque a su cultura en lugar de a sus políticas.
Bequelin advierte contra la idea de que cada nación tiene una postura única sobre derechos humanos, ya que esto permite a los gobiernos deslegitimar críticas externas. En México, esta estrategia ha sido utilizada para desacreditar informes de organismos internacionales sobre la crisis de violencia y desapariciones. El movimiento debe centrarse en documentar abusos y exigir rendición de cuentas en lugar de justificarse constantemente.
La insistencia de Bequelin en que el movimiento debe priorizar la acción sobre el debate filosófico es particularmente relevante en México, donde la impunidad es una constante. Si bien es importante reflexionar sobre el papel del poder en los derechos humanos, es aún más urgente documentar violaciones, apoyar a víctimas y exigir rendición de cuentas.
Amartya Sen sostiene que una teoría de la justicia debe centrarse en eliminar injusticias evitables en lugar de definir una sociedad perfectamente justa. La referencia a esta idea resuena con la realidad mexicana, donde la lucha no es teórica, sino una cuestión de supervivencia para miles de personas afectadas por la violencia, la represión y la corrupción estatal.
Violencia, inseguridad y desapariciones así la situación de Derechos Humanos en México
En México existe la Comisión nacional de Derechos Humanos desde 1990. Hoy La CNDH se ha debilitado a causa de la falta de autonomía.
Para entender lo que eso representa. El día en el que le tocó a México ser evaluado por cuarta ocasión en el Examen Periódico Universal (EPU) Rosario Piedra la presidenta de la (CNDH) que comparecía ante la Cámara de Diputados exigió desaparecer la Comisión. Siendo que México enfrenta una de las peores crisis en derechos humanos en su historia:
Los más graves:
Los desaparecidos
Criminalización y asesinato de defensores de derechos humanos, defensores de la tierra, el territorio y el medioambiente y asesinatos de periodistas.
Protección a personas refugiadas o migrantes.
Feminicidios, entre muchos otros
¿Por qué nuestras sociedades aún aceptan, y hasta perpetúan, violaciones a los derechos humanos?
La falta de interés surge de la persistente desigualdad que crea la exclusión moral y, por consiguiente, promueve la invisibilidad de los excluidos y la demonización de los que luchan por sus derechos. El estado de sufrimiento y dolor de los excluídos no es compartido por los incluidos
La fuerza y la cantidad de las poblaciones excluidas ya sea que busquen la igualdad religiosa o de raza, traten de obtener bienes, como tierra, trabajo y servicios de salud, o se comporten de manera antisocial son una amenaza directa a los elementos de la sociedad más prósperos y mejor situados, y al interés de estos en mantener o expandir sus privilegios. De este modo, la lucha de los excluidos aparece como un problema que debe eliminarse. La violencia es a menudo el instrumento utilizado para tratar a los que se resisten a la injusticia.
Anitzel Díaz
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